1. Distribuir a los estudiantes en equipos
Esto puede ser resultado de confirmar los equipos al azar o asignarles la tarea de conformarlos por su cuenta, en cada caso hay retos y aspectos positivos para el posterior trabajo como equipo; yo suelo definir equipos al azar inicialmente y en una segunda instancia entrego la libertad para que los estudiantes los definan.
2. Ambientar a los equipos acerca de la simulación
Sin entregar a los estudiantes un profundo nivel de detalle, es un momento importante para describir el ambiente a simular, los conceptos que serán aplicados, las expectativas que hay por parte del docente, abrir el espacio para aclarar dudas que tengan los equipos y explicar la metodología de evaluación; usualmente la evaluación contiene un componente asociado al resultado logrado (costos, ahorros, eficiencia, captura de mercado), y otro al proceso de solución abordado (evaluación de un comité directivo, votos proporcionados por una junta directiva, argumentación de los criterios para definir o modificar una estrategia).
3. Asignar roles específicos relacionados con los escenarios a simular
Un ejemplo de simulación empresarial puede incluir roles alineados a las áreas de una empresa de manufactura y comercialización (ver gráfica 1), de esta manera cada miembro del equipo asocia el rol a experiencias previas o al conocimiento que tiene sobre el papel que cumplirá.

Para asegurar que la ambientación dio resultado, los ensayos permiten a los estudiantes reconocer problemas o dudas que previamente no habían considerado; es momento para solucionar problemas técnicos y verificar que el entorno está apropiadamente parametrizado; aquí se resuelven dudas generales, no es una puerta para dar solución definitiva a la actividad final. Esta fase ofrece la oportunidad para afianzar la comunicación de equipo y esbozar una estrategia inicial de cara a la simulación definitiva.
Es el momento para monitorear a cada equipo para verificar que fluyan, apoyarlos a resolver disputas y darles algunas ayudas conceptuales.
6. Sesión informativa (debriefing) y de retroalimentación
En este punto, los equipos describen sus experiencias; lo anterior, combinado con los resultados logrados y la evaluación del proceso, que puede ser un conjunto de votos por parte de un comité de expertos incluidos en la simulación (ver gráfica 2), es la base para dar retroalimentación respecto de lo que hicieron correctamente, como es el caso de adherirse a una estrategia y ser capaces de redefinirla frente a situaciones disruptivas; y de lo que puede mejorar, como no controlar metódicamente los costos. Al conocer las motivaciones y las acciones de cada uno de los equipos participantes, es posible identificar cuales conceptos quedaron claros y qué aspectos requieren refuerzo.

Teorías que sustentan el uso y los beneficios de las simulaciones a nivel de posgrados y maestrías
El uso de simulaciones en un entorno educativo ha sido más notorio en el área de los negocios. Un profesor llamado Edward Hastings Chamberlain, desarrolló en 1948 una simulación en materia de economía relacionada con la competencia imperfecta; desde este desarrollo, el uso de simulaciones en el mundo de los negocios se ha hecho tan popular que existe una publicación titulada Simulation & Gaming exclusiva para este campo. Las simulaciones pueden utilizarse para demostrar principios y proporcionar un aprendizaje experimental.
“Las simulaciones contribuyen al proceso de formación, sobre todo a la hora de transferir el conocimiento desde la base conceptual hasta su posterior aplicación. La fuerte relación entre el grado de realismo percibido y la contribución percibida de la simulación al aprendizaje es importante” (Dallas Brozik y Alina Zapalska)
Daniel Ellis Berlyne, sicólogo y académico, demostró en los años 60, que existe una base fisiológica para que una persona se emocione debido a su estado de curiosidad. Los pasos para aplicar las simulaciones buscan también aumentar la curiosidad de los estudiantes, y su motivación aumenta cuando la información es parcial aunque suficiente para inquietarlos; abrir paso a la curiosidad de un estudiante los motiva a a obtener la información que falta para reducir o eliminar su incertidumbre.
Resultados y comportamientos que observados al usar simulaciones como instrumento de enseñanza en programas de maestría y consultoría
Usar simulaciones como herramienta pedagógica permite observar y analizar la interacción individual o en equipo de cara a procesos o problemas simulados; facilita a alumnos o clientes experimentar un importante nivel de realidad para consolidar conceptos teóricos, reconocer y analizar problemas de negocio y entrar en contacto con los acontecimientos mundiales que impactan los procesos en una industria, una empresa o la toma de decisiones de un mercado particular; adicionalmente, requiere adoptar un papel protagónico a quien participa del programa de formación, convirtiéndolo en participante más activo del proceso de aprendizaje y, simultáneamente, profundizando su conocimiento sobre la naturaleza del problema simulado.
Los aspectos más relevantes que pueden ser observados con las simulaciones, aparte de la pertinencia respecto al contenido del programa, están relacionados con el aprendizaje colaborativo, la resolución de problemas, la comunicación, la autoeficacia, la motivación y la aplicación práctica.
Durante las simulaciones, los estudiantes asumen el aprendizaje como un proceso de interacción entre cada miembro del equipo, siendo los factores clave el compromiso de cada uno y la comprensión de la situación. El aprendizaje colaborativo muestra un desempeño y satisfacción superiores a los niveles individuales en un esquema de enseñanza magistral. En un entorno colaborativo, los estudiantes asimilan mejor el contenido impartido y valoran el escenario para la construcción conjunta de estrategias y generación de soluciones que pueden mapear a su quehacer profesional.
Luego de la experiencia con simulaciones de negocios, los participantes se benefician de las interacciones entre compañeros y de la participación colectiva; también notan apoyo y cohesión entre los miembros de su equipo.
La resolución de problemas se define como la búsqueda de una solución a un determinado comportamiento; consta de dos aspectos:
- La resolución del caso concreto dentro de la simulación
- La gestión de conflictos entre miembros de un equipo.
Entre los integrantes de diversos equipos hay variedad en cuanto a nivel de experiencia y formación profesional; por ende, tendrán que resolver conflictos interpersonales; los equipos que tienen éxito tienden a identificar el problema, se centran en el aspecto por resolver, asignan tareas específicas relacionadas al responsable del cambio necesario, y evalúan el resultado alcanzado; los equipos que decidieron no resolver los conflictos tienden a dividir actividades y reducir la interacción personal entre ellos; sus resultados no son tan buenos
La comunicación entre docente y estudiantes, así como entre estudiantes y compañeros, es vital en cualquier proceso de simulación empresarial. La comunicación se refiere tanto a los comportamientos verbales como a los no verbales, esto en época de virtualidad potenciada por la COVID-19 impone un reto importante. La conexión entre la comunicación adecuada y el desempeño de los estudiantes implica usar terminología precisa que requiere un proceso de homogenización de términos, un discurso conectado, ejemplos claros y retroalimentación consistente; considerar estos aspectos permite maximizar la satisfacción de los alumnos.
Ejemplo de aspectos asociados a la comunicación basado en algunos pasos de la aplicación de simulaciones:
- Durante la ambientación a los equipos acerca de la simulación: En esta etapa, algunos estudiantes piden más detalles sobre la estructura y el formato del proceso; estos estudiantes usualmente se sienten incómodos con objetivos poco precisos; vale la pena aclarar a los estudiantes que la incertidumbre hace parte de muchos procesos y aspectos empresariales, de mercado o macroeconómicos; otros estudiantes buscan pasos específicos sobre cómo completar la simulación, quieren una fórmula de éxito; es válido puntualizar con los estudiantes que las fórmulas son inusuales o inexistentes en ámbitos empresariales, aunque existan buenas y mejores prácticas de industria, siempre habrá un reto que se sale del marco conceptual.
- A lo largo de la fase de ensayos: Algunos estudiantes buscan orientación durante el período de pruebas, otros manifiestan frustración cuando el resultado que esperaban no se produjo. Estos pocos estudiantes suelen considerar que debió haber mayor comunicación dentro de su equipo y podrían pedir apoyo en el futuro para evitar fallas de comunicación; en un proceso simulado la comunicación puede fortalecerse utilizando canales que involucren a todos los miembros de un equipo junto con el docente, o, a todo el equipo extendido de estudiantes para solucionar temas de interés común; cada equipo tiene libertad para establecer su estrategia de comunicación utilizando los medios vigentes que combinan presencialidad, audio, video y la capacidad de compartir pantallas.
- Al final, en la sesión informativa y de retroalimentación: una vez finalizada la simulación, los alumnos describen su experiencia a partir de una serie de consultas que el docente da a conocer en la fase de ambientación, por ejemplo: ¿Qué sintieron a lo largo del proceso?, ¿con qué criterios definieron su estrategia?, ¿Cómo se adaptaron a las situaciones generadas por cambios en el mercado?; igualmente exteriorizan su sensación de logro y el ambiente se torna en un compartir de sentimientos comunes entre varios equipos, un momento que propicia la camaradería y la generación de futuras alianzas académicas y por qué no, de negocios. Una buena retroalimentación involucra datos capturados a lo largo del ejercicio para que los argumentos tengan la credibilidad de lo que muestra la información analizada (ver gráfica3).

La autoeficacia se refiere a la confianza de las personas en sus capacidades para hacer que las cosas sucedan. El desempeño de profesional, en cualquier ámbito, mejora junto con el nivel de autoeficacia cuando se consiguen objetivos a corto plazo; en el aula se da cuando el estudiante conjuntamente asimila casos de negocio y recibe una recompensa reflejada en sus calificaciones y apoyada por el proceso de retroalimentación. Las simulaciones como herramienta pedagógica deben tener objetivos alineados con los contenidos académicos impartidos previamente y luego del ejercicio estructurado (ambientación, asignación de roles, ensayos y ejecución), cada estudiante debe recibir un paquete compuesto por calificaciones y retroalimentación acorde con los logros obtenidos y falencias detectadas.
Los altos niveles de autoeficacia también contribuyen en aspectos que no se miden directamente en un entorno académico, aunque si en uno corporativo; por ejemplo, es notorio que ayuda a que los estudiantes sean optimistas y se entusiasmen por aplicar el conocimiento; un alto ambiente de entusiasmo en las clases suele ser resultado de la correcta aplicación de las simulaciones como herramienta para reforzar la asimilación de conceptos.
Los estudiantes de maestría que participan en simulaciones de negocio usualmente son de nivel directivo y media gerencia, para ellos es de gran interés desarrollar capacidades para ser mejores directivos y tomar decisiones más acertadas; quienes presentan los mayores índices de éxito en las simulaciones desarrollan un fuerte sentido de la autoeficacia pues, derivado de este sentido, trabajan mejor y son más persistentes cuando se enfrentan a situaciones difíciles.
En el contexto de utilización de simulaciones, la motivación se refiere estar atento, a engancharse con los temas, tener interés por aprender y demostrar la curiosidad por completar la simulación aplicando los conceptos cubiertos. Los estudiantes valoran la oportunidad de desempeñar un rol cercano a su ejercicio profesional y la experiencia de participar en un ejercicio académico dinámico y en algunos casos que les resulta innovador; se sienten más motivados para participar en el proceso de simulación cuando reconocen que pertenecen a un equipo. La motivación aumenta cuando tienen oportunidad de experimentar el éxito; en una etapa inicial un alumno puede no sentir interés en un tema académico, pero al tener éxito en una actividad, su interés crece y es evidenciable por la pertinencia de su participación en clase y la contribución como parte de un equipo de trabajo.
Para crear un ambiente de motivación, el diseño de un programa debe contemplar una retroalimentación sistemática y adecuada junto con material de apoyo para aumentar la autoconfianza de los alumnos que luego se complementa con la satisfacción por el logro, que pudo no ser perfecto, pero los fallos se convierten en fuentes de aprendizaje también. Este proceso lleva a los alumnos a sentir curiosidad por lo que vendrá en su proceso de aprendizaje y por la aplicabilidad práctica de los conceptos aprendidos y reforzados durante el proceso de simulación.
Durante las últimas etapas del proceso de simulación (ejecución definitiva y sesión informativa), es sumamente satisfactorio ver que los alumnos aplicaron los conceptos del programa para resolver los problemas; cada equipo manifiesta como fueron capaces de comprobar por qué necesitaban aprender determinados conceptos y, en sus propias palabras, afirman que ahora reconocían la importancia de estos conceptos.
La frase «aplicación práctica» se describe mejor como el proceso en el que un alumno activo es capaz de tomar un concepto teórico y aplicarlo en una situación.
Durante las sesiones informativas, es usual que los estudiantes describan que enfrentan o han enfrentado situaciones que les resultaron familiares a lo largo de la simulación, o que antes desconocían los conceptos, la simulación es un complemento al formato magistral, una forma de aprendizaje auditivo que puede no permitir que todos los estudiantes aprendan lo mismo; no obstante, noto que los estudiantes aprenden mejor con enfoques prácticos. El proceso de simulación proporciona es una forma de aprendizaje práctico, en la que el alumno tiene un rol protagónico y poco pasivo, gracias a este protagonismo, los alumnos manifiestan su intención y en otros casos su capacidad para aplicar los conceptos teóricos en los procesos que lideran a nivel profesional, además de demostrar y expresar un mayor nivel de comprensión y satisfacción.
Conclusión
En una simulación orientada a casos de negocio, los equipos deben resolver problemas y tomar decisiones acordes a situaciones que son usuales en contextos empresariales. Cada equipo tiene la oportunidad de generar estrategias en que cada integrante participe, esto crea una situación en la que la comunicación y la colaboración cobran relevancia para lograr un objetivo común, generar la mejor solución posible para resolver el problema simulado.
Las simulaciones son una herramienta de aprendizaje activo; en contraste, el formato magistral es de naturaleza pasiva y no genera un alto grado de interacción docente-alumno y alumno-alumno; el formato de simulación aumenta la interacción entre todos los actores. Cada equipo es responsable de su estrategia y debe defender las decisiones tomadas y argumentar las razones por las cuales lograron en alta, media o baja medida el resultado esperado para así evaluar su proceso de toma de decisiones y aplicación de conceptos.
Incluir simulaciones invita al análisis y la discusión activa dentro del aula (virtual o presencial). Los alumnos se muestran motivados para aprender porque la simulación presenta un entorno atractivo y mantiene su atención.
Una simulación bien aplicada proporciona a los estudiantes:
- Un entorno seguro en el que pueden experimentar situaciones reales y relacionadas con retos profesionales futuros
- El escenario para para tomar decisiones gerenciales a partir de la variedad de situaciones que presenta
- Una oportunidad para que pongan en práctica sus habilidades y las perfeccionen.
- Un entorno para trabajar colaborativamente con colegas/pares que tienen diferentes habilidades de aprendizaje.
- Una metodología de aprendizaje no tradicional donde tienen la oportunidad de resolver problemas de forma creativa y llevar más fácilmente el aprendizaje a su práctica profesional.
Incorporar simulaciones como parte de la metodología de enseñanza, o transferencia de conocimiento como se conocer en el ámbito de la consultoría, permite crear escenarios dinámicos y participativos en los que los alumnos pueden tomar decisiones sobre problemas en un entorno académico, controlado. Los invita a centrarse en el proceso de toma de decisiones, aclarando que la intención fundamental de la simulación no es declarar ganadores y perdedores sino explorar métodos de toma de decisiones, ver los resultados y analizar las raíces de aquello que resultó bien en contraste con lo que podría mejorar.
Referencias
- Berlyne, Daniel. Conflict, arousal, and curiosity. (1960).
- Brozik, Dallas. Zapalska, Alina. The portfolio game. Simulation and Gaming, (2002)
- Chamberlain, Edward. An experimental imperfect market. Journal of Political Economy, H. (1948).
- HBP Simulation, «Supply Chain Management Simulation: Root Beer Game V2». Copyright 2012 by Harvard Business Publishing; all rights reserved.
- Janice H. Hammond. «Global Supply Chain Management Simulation V2, Spanish Version». Copyright 2016 by Harvard Business Publishing; all rights reserved
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Simulaciones y su impacto en el proceso de aprendizaje de educación superior

Las simulaciones son claramente beneficiosas para el aprendizaje debido a que ejemplifica y clarifica los vacíos que habitualmente dejan los conceptos teóricos, también permite un mayor entendimiento y recordación a mediano plazo porque permite relacionar conceptos con las actividades que deben realizarse para dar solución al problema planteado, además permite fortalecer el trabajo colaborativo en el que es clave la integración de conocimientos, experiencias y búsqueda de consensos.
Estas simulaciones ofrecen ejercicios que se asemejan bastante a situaciones de la vida real, permite preparar a los estudiantes en actividades que se desarrollan en el día a día de las organizaciones cómo lo son la planeación de la demanda, la gestión de inventarios, el control de costos, la consecución de ventas, la activación de actividades de mercadeo, la toma de decisiones financieras, los comités de junta directiva, entre otras… Todas estas actividades pueden desarrollarse en un ambiente controlado que permite la realimentación constante, la evaluación de las decisiones asumidas y la visualización general de los resultados posibles.
En el entorno empresarial es importante el desarrollo de la experticia en el negocio sobre el que se opera, además de tener los conocimientos adecuados que van a permitir contar con mayor y mejor información para la toma de decisiones. También es importante para las compañías el trabajo colaborativo, pues de esta manera es posible aumentar el espectro de conocimientos para alinear de forma más precisa las hojas de ruta que deben seguir las empresas para mantener su competitividad y posiciones de mercado.